Es inevitable, soy la extrema seduccion, el mas puro encantamiento.
Te hechicé aún con todo ese esoterismo mágico que esconde tu Oz. Aun asi, aun sabiendo hasta lo imprevisble, te degluti, te gané de lleno en mi camino de ladrillos amarillos.
Me recorres feliz. Cada tanto algo de desconfianza disminuye un poco tu paso. Pero la ceguera ante el brillo dorado puede más, y retomas saltarinamente tu andar de mago tramposo y trampeado para seguir tarareando sin saber por qué. Debieras por tu pretenciosa condicion adivinar que no te espera nada y que puedes seguir asi indefinidamente por mi camino como dandole la vuelta al globo.
Ya estás perdido, no hay magia que te rescate. Se te cayó el corazón y el cerebro. El coraje eso fue otra cosa que acabó derretido bajo tus zapatos de Dorothy
Date la vuelta ahora mismo, recoge lo que quedo de corazon deshilachado y bravo y vuelve.
Esta vez me he compadecido de lo queda de ti.
Vuelve, vuelve ya, pero déjame la Oz.
No hay comentarios:
Publicar un comentario